Pues ahí tiene usted que ayer nuevamente en el Congreso Local se vivió tremendo zafarrancho protagonizado por los legisladores de MORENA y PAN.   

Gritos, jaloneos, palabritas y palabrotas, empujones, vándalos más que diputados y una porra enardecida fue lo que se vio ayer en el espacio que merece toda la solemnidad, el recinto legislativo. 

Poco faltó para que llegaran los golpes, o peor aún, que ocurriera una tragedia y corriera la sangre pues los legisladores provocaron el enardecimiento de los visitantes y una porra enardecida no ve ni entiende razones.  

Los guindas acusan a los azules de quererles dar madruguete con una iniciativa para no dejar la presidencia de la junta de coordinación política, además de permitir que la policía ingresara al recinto. Los panistas acusan a los morenos de incitar al graderío para reventar la sesión, la verdad es que las dos bancadas están dejando mucho que desear.  

Ya es una verdadera chunga el Congreso, de mal en peor, ¿Qué es lo que pretenden estos diputados y diputadas? Claro está que legislar por el pueblo no, es obvio que todos sus escándalos y actos violentos son solo para defender sus intereses políticos, de grupo, económicos o hasta su permanencia política y no les importan las formas, el respeto, ni nada, lo lamentable es que están haciendo participe al pueblo de la violencia que originan, hasta parece que quisieran ver sangre en el Congreso.   

El escándalo de ayer en el Congreso rebaso los límites, fue tanta la violencia que hasta llego la fuerza pública como si se tratara de un pleito de vándalos, pandilleros, bueno, en realidad  no hay mucha diferencia entre unos y otros, bueno, en realidad si, pues las pandillas respetan sus acuerdos, tienen sus códigos de honor y los diputados locales de la 65 legislatura, azules y guindas, ni honor o vergüenza tienen, códigos de respeto menos, ya de compromiso con la ciudadanía o sensibilidad política mejor ni hablamos pues es algo que desconocen quienes cobran, y muy bien, como legisladores.   

Lo lamentable es que seguramente de aquí a octubre ese será el tenor de las sesiones en el Congreso local, gritos, jaloneos, desacuerdos, violencia pura hasta con porras incluidas, unos legisladores tratando de blindarse y otros queriendo ganar espacio, pero de trabajo legislativo para bien de los tamaulipecos nada.   

Más que inútil resulto la 65 legislatura para los tamaulipecos, lo peor es que a cómo van ya nada más falta que para la próxima sesión llegue, aparte de las porras, diputados con chacos, la policía y la ambulancia a levantar heridos, pues con el acaloramiento que traen unos y otros los ánimos suben y ya exaltados se puede generar un lamentable incidente, una tragedia.  

Y no se ve quien pueda poner orden en el Congreso, aunque en teoría el Poder legislativo es autónomo, alguien debe dar un manotazo, hacerlos entrar en razón, conciliar, aunque sea un poco antes de que la sangre llegue al rio, porque a cómo van y llevando porras que se exaltan se puede tener un lamentable desenlace.  

Por favor ya que termine la legislatura 65, esperando que una nueva tenga un poco más de cordura, prudencia, sensibilidad política y respeto al recinto y a sus representados, eso es lo que la mayoría de los tamaulipecos desea al ver como los actuales legisladores, la mayoría, son más pandilleros, anarquistas, que representantes populares. Lamentablemente aún les quedan más de dos años y se duda que con el cambio de gobierno cambien de actitud pues ya hay diferencias irreconciliables.   

Vergonzoso el comportamiento de diputados y diputadas de MORENA y el PAN, generadores de violencia, malos ejemplos para las nuevas generaciones y eso es justo lo que los tamaulipecos ya no queremos.   

En fin, la situación es que ayer lunes ooootravez el Congreso local de Tamaulipas fue noticia nacional por el deprimente espectáculo que protagonizaron “nuestros representantes populares” que en plena sesión parecían más vándalos que legisladores.   

Insistimos, deben mediar sus acciones no solo por los malos ejemplos que están dando o que le están faltando al respeto al recinto, sino porque se ve que los ánimos suben de tono y, aunque es algo que no se desea, puede ocurrir una lamentable tragedia, ya es mucha violencia, ayer llego hasta la policía ¿Qué esperan? ¿Que luego ingrese hasta una ambulancia? Ya solo falta que corra sangre.  

Rosa Elena González

Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10